Son tiempos raros... Noto a mi alrededor que el mundo parece volverse loco, que todo está patas arriba, como si el aire trajera una energía de cambios que perturban la paz de la gente... Todo estalla, todo muta... casi no consigo reconocer nada de lo que me rodea. Todo lo que ha permanecido congelado durante años ahora comienza a derretirse y salir a la luz, los buenos actos cobran fuerza y lógica y los malos propósitos quedan al descubierto con su imagen más cruda. Pero la vida se abre paso, los valores se escapan de la prisión a la que estaban sometidos y todo va desperezándose entre bostezos, sonrisas, sobresaltos o gritos, según dicte la conciencia. Y tu y yo sumergidos en nuestro mar, protegidos, a salvo, dejando fluir nuestras vidas, flotando mientras la marea sube y baja, meciéndonos con las olas, sintiendo el sabor a sal de nuestros labios, esperando que la corriente nos lleve a tierra y podamos sentir la suave arena de un nuevo mundo.
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