Sé que hay que disfrutar de las pequeñas cosas. El día a día está plagado de momentos especiales, sobre todo si sabes buscarlos y apreciarlos. Cuesta desconectarse de todo y a veces es prácticamente imposible no pensar...
Pero he estado muy activa y he escuchado mis necesidades de mimo, de risas o de silencios y lágrimas. No es complicado cuando se está de vacaciones y mi pareja pasa conmigo la mayor parte del tiempo.
He necesitado bañarme de luz, de sol. He buceado en un mar en calma de aguas transparentes. He jugado saltando olas como una niña, saliendo con el pelo hecho una maraña y el bañador lleno de arena (aunque a veces pensaba que saldría sin él, jeje). Me he bañado en amor, rodeándome de amigos y familia y disfrutando de momentos a solas con papá colibrí. Me he reído mucho!!!
Y por las mañanas, no importa cómo hayamos pasado la noche, que pesadillas nos sobrecogían o qué problemas nos hayan despertado, hemos creado grandes pócimas de fuerza, valor y alegría, combinando los superalimentos que encontrábamos en la nevera!!!
Batido de plátano, leche de soja y cacao
Zumo de zanahoria, plátano, manzana y limón
Y como lo más bello y lo que realmente te hace feliz en la vida es compartir, Yoga no se ha quedado sin su ración de supervitaminas!!!
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